El concepto de residencia en España puede resultar confuso, sobre todo porque la residencia fiscal y la residencia social no son necesariamente lo mismo. Es importante entender la distinción para cumplir con sus obligaciones legales.

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Residencia fiscal

• Criterios:
  • Reside en España más de 183 días por año natural.
  • Tiene sus principales intereses económicos en España.
  • Su cónyuge y/o hijos menores de edad residen en España.

• Consecuencias:‍
  • Debe tributar por su renta mundial.
  • Tiene que presentar una declaración anual de la renta (IRPF).
  • Posiblemente tenga que declarar bienes en el extranjero (Modelo 720).

Residencia social

• ‍Criterios:
  • Empadronamiento en el municipio.
  • Solicitud de permiso de residencia para ciudadanos de fuera de la UE/EEE.
  • Empadronamiento como ciudadano de la UE para estancias superiores a 90 días.‍

• Consecuencias:‍
  • Acceso a servicios públicos como la sanidad y la educación.
  • Obligación de participar en el sistema de seguridad social cuando se trabaja.
  • Posibilidad de votar en las elecciones locales (para los ciudadanos de la UE).

Diferencias

• La residencia fiscal se centra en los impuestos‍
• La residencia social se refiere al acceso a los servicios públicos y al estatuto de residente legal.
• Se puede ser residente social sin ser residente fiscal y viceversa.
  • Por ejemplo: Una persona puede ser residente social para recibir asistencia sanitaria pero seguir siendo residente fiscal en otro país.